El “Festival de Rock y Ruedas de Avándaro” celebrado la noche del 11 de septiembre de 1971 en Valle de Bravo, Estado de México, fue la noche más espectacular de toda la historia del Rock en México, diversas bandas de música se reunieron para hacer “una tocada” al aire libre para una audiencia calculada en más de 250 mil jóvenes que pacíficamente compartían y gozaban de la música.

Ese concierto será recordado por las generaciones que se dieron cita ahí, y por las generaciones que han crecido escuchando mitos y leyendas que se tejieron en torno al festival que fue etiquetado por el gobierno, las autoridades y los medios del país, como un lugar de “excesos y perversiones”.

Para los que asistimos nuestro único objetivo era divertirnos, “de perversiones nada, de cada cinco hombres había una mujer, lo único que queríamos era escuchar música e imitar a Woodstock”, lo aseguró yo que asistí a Avándaro.

Los organizadores fueron acusados de lo peor y el vídeo tomado por Telesistema Mexicano (hoy Televisa) por Luis del Llano Macedo, sigue enlatado por algún lugar, si todavía existe, es un documento extraordinario que hay que rescatar.

La represión que venía producto del movimiento del 1968 se vio reflejada en la radio y la televisión que dejaron de programar esa música, los cafés cantantes y la pista de hielo donde escuchábamos y bailábamos sin alcohol por la tarde noche fueron cerrados, y muchos de los grupos desaparecieron, sus integrantes se dedicaron a otras actividades ya que en la música no tenían futuro.

Los locutores que transmitieron el festival, entre ellos Félix Ruano y Agustín Meza de la Peña, de Radio Juventud (XERPM), fueron suspendidos por instrucciones de la Secretaría de Gobernación, desapareciendo de la programación todo lo que oliera o sonara al “Festival de Rock y Ruedas de Avándaro”.

Eso creo un gran vacío en el Rock Mexicano, la clase media y alta dejó de oír la producción nacional refugiándose en el rock en inglés, en el mejor de los casos, o en la música Disco que iniciaba su auge.

La gran perdida fue la calidad musical entre la generación perdida y las que siguió, no se pudo acumular capital musical y muchos de los nuevos grupos empezaron de cero.

Cuando actuaba “Peace and love” hubo una mentada de madre que se escucho en la radio y eso fue el detonante para que sacaran del aire al rock y así se acabo el movimiento”. Hoy muchos creen que Avándaro fue solamente “Three Souls in my Mind” y la chica medio encuerada que nos dejo ver su torso desnudo y que fue captada por algunos fotógrafos que la pusieron al día siguiente en la primera plana de los periódicos nacionales, denostando el festival.

Javier Tena uno organizador del nuevo Avándaro comenta: “Retomamos el nombre de Avándaro como sinónimo de lo que representa al Rock Mexicano, la única una palabra que lo representa adecuadamente es Avándaro porque involucra creatividad, profesionalismo, paz, amor, convivencia, todo lo que lleva el Rock Mexicano”.

El Festival de Avándaro 2006 se llevará a cabo los días 17, 18 y 19 de noviembre en Santiago Tianguistenco, Estado de México para dar seguimiento al movimiento que se interrumpió hace 35 años. En aquel entonces fueron solo 14 bandas, ahora serán 150 las que debutaran en tres días de concierto y serán apadrinadas por Dj Jacobo, Javier Bátiz, Sabo Romo y Jarris Magalis, entre otros.

35 años después conseguimos los permisos que estaban cerrados, hubo empresas el año pasado que quisieron hacer un festival similar a este. Hoy ya hay apertura suficiente y en el estado de México logramos conseguir los permisos, concretamente en Tianguistenco, dentro de un rancho de 23 hectáreas a 15 minutos de la marquesa con suficiente espacio para que la gente acampe. Es la primera vez que se unen tantos grupos de rock, aunque no sean de la misma disquera.

El Avándaro de hora usa tecnología, Internet, medios electrónicos y sobre todo buena música, dijo Tena.

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