A cinco años de haber dejado la Casa Blanca se han escrito más de dos docenas de libros sobre ella, incluyendo su autobiografía, la ex primera dama y ahora senadora por Nueva York, Hillary Clinton, sigue siendo la mujer que más interés despierta en ese país, al grado que al parecer ha reemplazado a cualquier Kennedy a decir del autor de un nuevo libro sobre ella.

Titulado La Verdad acerca de Hillary. El libro salió a la venta esta semana levantando críticas a favor y en contra, porque en él pueden leerse aspectos de la vida privada de la familia Clinton que uno pensaría sólo importa a ellos, pero no es así, según la editorial, 350 mil ejemplares fueron prepagados antes de que el texto estuviera en las librerías.

El autor, Edward Klein, conocido periodista que en un tiempo hizo periodismo serio trabajando para Newsweek y para la revista dominical del New York Times, afirma que la señora Clinton siempre supo de las infidelidades de su marido y conocía todos los detalles del romance con Mónica Lewinsky, dos años antes de que el escándalo estallara.

El libro implica también ciertas tendencias al lesbianismo de la ex primera dama y lo que más ha molestado a sus seguidores es la afirmación de que ella habría sido alguna vez violada por su propio marido y de ahí el nacimiento de su hija Chelsea.

Hay que decir que Klein carece de fuentes claras y todas sus revelaciones sobre los Clinton están basadas en lo que le contaron terceras personas que tampoco fueron testigos de nada. Lo único creíble hasta el momento es la aspiración de Hillary Clinton por llegar a la presidencia y la teoría de que está dispuesta a todo, hasta aguantar todo a su marido con tal de regresar a vivir en la casa más famosa de la Avenida Pennsylvania.

MAS DOBLE MORAL...

Otro destape que tuvo lugar en Washington estos días es el de las estatuas desnudas del Departamento de Justicia que habían sido cubiertas con cortinas azules por órdenes de John Ashcroft, quien fuera hasta enero, procurador general, debido a que tienen los pechos al aire, su presencia era notable.

Las estatuas esculpidas en bronce y de casi tres metros de altura fueron originalmente instaladas en 1930 y simbolizan “El espíritu de la Justicia” y “Su Majestad la Ley”, para nadie es secreto que molestaban al profundamente religioso Ashcroft. Su presencia y la falta de ropa no le quitan el sueño al nuevo procurador de origen mexicano Alberto Gonzáles.

Y si de preferencias se trata, grandes titulares se han dedicado en Estados Unidos al relato de que en prisión, Sadam Hussein devora fritos (una bolsa grande en diez minutos) gusta de cereal con pasas y no se convence de que ya no manda en Irak.

Dos jóvenes soldados estadounidenses que lo custodiaban dicen que ahora se dedican a vender su versión, les da consejos sobre mujeres y entre tanda y tanda de ropa para lavar, les habla de su odio por padre e hijo Bush y sobre la admiración que supuestamente siente por Bill Clinton.

Etiquetas: