Del total del gasto trimestral de las familias mexicanas, las de menos recursos económicos destinan en promedio 4 % a pagar la electricidad.
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De acuerdo con un análisis del Grupo de Energía y Ambiente del Instituto de Ingeniería de la UNAM sobre el porcentaje que representa el gasto en electricidad del total del gasto trimestral de las familias mexicanas, las de menos recursos económicos destinan en promedio 4 % a pagar la electricidad, mientras que las de mayores recursos gastan sólo 1.7 por ciento.
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En esta perspectiva, la política tarifaría residencial podría ser revisada considerando tres puntos: Garantizar el servicio a la población de escasos recursos, eliminar subsidios y promover tecnología de uso eficiente de la energía.
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En años recientes, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha trabajado en ese sentido. La casi eliminación de los subsidios en las tarifas del sector industrial, la novedosa ampliación de las tarifas horarias a las medianas empresas, la eliminación del cargo fijo en el sector residencial y el horario de verano así lo muestran.
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Éste es un esfuerzo por lograr el uso eficiente de la energía eléctrica como un instrumento para disminuir las presiones financieras sobre el sector, lo que da margen a una reestructuración de tarifas residenciales y a la aplicación de un programa de gestión financiera.
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Así, mediante la aplicación del horario de verano, todos contribuimos con una pequeña parte a solucionar el problema de financiamiento y apostamos menos a la privatización, que no ha solucionado el problema en otros países de América Latina.
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