Nervioso pero muy contento, el fotógrafo estadounidense Spencer Tunick expresó su satisfacción por la entusiasta participación que tuvo su instalación la mañana del domingo en el Zócalo capitalino, donde 20 mil personas desnudas posaron para él.

El fotógrafo, quien llegó a México en busca de reunir a más de cuatro mil personas, había destacado el interés que se suscitó en México por su obra y unas semanas antes de las tomas de ayer expresó su confianza en romper el récord de su máxima cifra, que era de siete mil personas en el año 2003 en Barcelona, España.

 Según Tunick, lo mejor de todo fue que la jornada transcurrió en orden, que no hubo problemas mayores y que fueron casi 20 mil participantes, ello, "posesiona a la Ciudad de México como una ciudad abierta, plural y cosmopolita".


 En rueda de prensa al concluir sus tomas, el neoyorquino dijo sentirse feliz aunque nervioso por la espectacular obra, que según estimaciones de la secretaria de Cultura del Distrito Federal, habrá superado los 20 mil participantes.

 "Fue un gran momento para la escena del arte mexicano. Dedico este trabajo a todos los participantes y artistas mexicanos y a toda la ciudad. Felicito a todos, mi corazón está con los participantes", señaló emocionado el artista, y agradeció la cooperación de las autoridades capitalinas y destacó que a su instalación la gente pudo venir al Zócalo, con la seguridad de que todo estaría en orden.

"Creo que todos los ojos deben mirar al Sur desde los Estados Unidos hasta México, para ver como un país puede ser libre para tratar el cuerpo humano con felicidad y no desde la pornografía o el crimen. Algo está pasando en la Ciudad de México y es maravilloso. Ahora en mi mente el corazón de Latinoamérica es México".

 La instalación, podrá ser vista en septiembre próximo en el Museo Universitario de Ciencias y Arte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), una de las instituciones que apoyó el proyecto.

 La UNAM ratificó su apoyo a esta instalación que es un espacio de libertad, señaló Gerardo Estrada, coordinador de difusión cultural de nuestra máxima casa de estudios, para quien este acto, además de estéticamente bello, puso en evidencia la madurez de los capitalinos.
Marco Antonio Hernández Murrieta, vocero de la Fundación que patrocinó la obra, afirmó que se cumplieron las expectativas al "romper el récord" de participantes que era de siete mil, en Barcelona, España en el 2003. "En esta instalación hubo más de 20 mil personas, sin embargo, el número exacto aún no se tiene".

 Hernández también destacó la cobertura que alcanzó esta cita de Tunick con la desnudez humana, luego de que para la hora 15 minutos que duró el encuentro con los mexicanos hubo 256 reporteros acreditados de 101 medios de comunicación nacionales y extranjeros. La entrada de los participantes fue muy fluida, "comenzamos con 150 personas por minuto y de las 5:30 a las 6 de la mañana, ingresaron en promedio 210 en completo orden".



"Nos comportamos a la altura de cualquier país", agregó, al tiempo que dio a conocer que la primera fotografía se llevó a cabo a las 7:18 de la mañana a una temperatura de 22.5 grados centígrados, mientras que en la última, ya era de 24.1 grados.
Mireya Escalante, asistente de Tunick, celebró la instalación fotográfica, la cual, dijo, había tardado cinco años en concretarse en esta ciudad. Y aunque de acuerdo con los organizadores todo salió a la perfección, aunque durante las dos últimas tomas se apreciaron algunos incidentes.


Calvos, gordos, flacos, chaparros, ellas y ellos de diferentes edades, todos sin inhibiciones, pudor, ni prejuicios, se despojaron de sus ropas y con inédita euforia posaron para el fotógrafo, quien los captó en diversas formaciones, de pie, boca arriba, hincados con la cabeza hacia abajo y de espaldas a la Catedral, con los brazos extendidos.

Además de las tres posiciones que habían anunciado, Tunick realizó una toma más con las personas haciendo el saludo a la bandera, luego las desplazó a la calle 20 de Noviembre, y al final hizo una toma espontánea donde participaron únicamente mujeres ubicándolas frente a Palacio Nacional, al lado derecho de la puerta principal. A la llegada de las miles de personas que participaron en la instalación, se registraron incidentes menores, ocasionados por quienes estaban impacientes por ingresar a la plancha del Zócalo, los que no pudieron participar amenazaban con entrar por la fuerza, lo que no sucedió.

Tinterillo dice;

Esto de los encuerados fue genial, es evidente que los mexicanos estamos cambiando, no todos, pero algunos empiezan a dejar atrás la “doble moral”.
Día a día veo y aplaudo que las mujeres crecen, y en un acto de autentica libertad superaran el tan temido “que dirán”, tan es así que ayer en el Zócalo se les vio transitar tranquilamente y con seguridad, sin ropa ante las miradas de todo mundo.
De los hombres ahí presentes, sin generalizar, hay mucho que decir, ellos exhibieron sus cuerpos y su machismo con frases, palabras, miradas y fotografías con sus celulares, causando molestia entre sus compañeras de aventura y el descontrol de los organizadores. Pobrecitos montoneros que no son capaces de enfrentar con caballerosidad su desnudes corpórea y mental.
Lo mejor de todo es que los capitalinos crecemos y sabemos atender en absoluto orden la convocatoria tan peculiar que nos hiciera Spencer Tunick.

PICA LAS FOTOS Y CRECERÁN




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