Preocupado siempre por los índices de popularidad Andrés Manuel López Obrador ex alcalde de la ciudad de México, levanto de enero del 2001 a abril de 2005, 241 encuestas con cargo al erario de la ciudad, para conocer la aprobación ciudadana a su gobierno y a su imagen pública.
Midió incluso la percepción de la gente frente a los que señaló como "complots" en su contra: El "Nicogate" provocado por su chofer Nicolás Mollinedo, los videoescándalos de su deshonesto operador político René Bejarano y su ex secretario de Finanzas, Gustavo Ponce; la megamarcha contra la inseguridad de junio del 2004 y el proceso de desafuero.
Aunque López Obrador solía criticar a quienes se preocupaban por la popularidad y decía conocer el sentir de la gente gracias a que "me cuenta cosas cuando bajo al Zócalo", pagó en casi 4 años y medio de gestión mas de 11 millones 909 mil 378 pesos en sondeos.
De encuestas realizadas, 260 en el periodo citado, sólo el cinco por ciento (13) fue para conocer los problemas de los capitalinos.
Fueron sobre inseguridad, servicios de salud, horario de verano, Policía Bancaria, el accidente del tren ligero el 2001, el Programa Ciudad Bonita el 2004, y hasta la felicidad en septiembre del mismo año.
La marcha zapatista en febrero y marzo del 2001, la presentación de los encapuchados en la Cámara de Diputados; el aumento de precio a la leche Liconsa en mayo, año, la visita del Papa en el 2002; la actuación de las autoridades federales frente a la guerra en Irak; la migración; el juicio al ex presidente Luis Echeverría, las protestas de maestros y de trabajadores del IMSS.
La opinión de la población también fue obtenida sobre temas como el choque de su hijo José Ramón, en mayo del 2001, la construcción de los segundos pisos, la protesta con machetes del pueblo de San Mateo Atenco, el paro en el Metro, la corrupción, el alcoholímetro, la Ley de Sociedades de Convivencia, las peticiones a los Reyes Magos, las preocupaciones de la gente, los comics y los linchamientos en Tláhuac.
En todos estos casos, además del tema sondeado, se preguntaba a los capitalinos sobre los índices de aceptación del gobierno del señor López.
En 52 meses, de enero del 2001 a abril de este año, el Gobierno realizó por lo menos una encuesta cada semana para guiar sus decisiones por los índices de popularidad y la percepción ciudadana sobre temas nacionales, según datos de la Coordinación Técnica de la Jefatura de Gobierno, instancia responsable de esos estudios.
Fue a la Oficina de Información Pública de la Jefatura a la que en abril pasado se requirieron, en ejercicio de la Ley de Transparencia, datos sobre las encuestas y sondeos realizados por el gobierno desde 2001.
Se pidieron además —solicitud folio 036— nombres de las empresas o instituciones "periodos de aplicación, gastos ejercidos y resultados"
Pero las conclusiones de esos trabajos se mantienen ocultas, a pesar de que se hizo otra solicitud específica —folio 038/2005— para un "resumen de los resultados obtenidos en cada una de esas encuestas".
Para no entregarlos, la Coordinación Técnica argumentó: "no se cuenta con resumen de los resultados obtenidos en cada encuesta"
Según la información proporcionada en el oficio JGDF/ OIP/119/05 y reportada por la Subdirección de Recursos Financieros se gastaron en encuestas y sondeos 11.9 millones de pesos de 2001 hasta abril pasado.
Pero esa cifra no coincide con los gastos consignados en el anexo de 14 cuartillas elaborado por las subdirecciones de Recursos Humanos y de Recursos Materiales. Ahí se observan todos los costos por rubros: telefonía, gasolina, vales, fotocopias, bienes de consumo, salarios, guardias, pagos a Comisa y a Covarrubias y Asociados, por "Servicio de Consultoría mediante un Sistema de Registro de la Opinión Pública", y la sumatoria sólo respalda gastos de 3.9 millones, y no 11.9 millones de pesos. Es decir, no se halló a qué se destinaron 8 millones, pese a que en el desglose se habría incluido todo.
Además, en 2002 y 2004, cuando que se realizaron las dos consultas de revocación de mandato, que fueron telefónicas y debieron reportarse como pagos a Telmex o en gastos de telefonía, no aparecen.
En esas fechas se informó que el costo fue de 80 centavos por llamada, la primera vez votaron 691 mil personas y en la segunda 556 mil, por lo que en total por ese concepto se habría pagado casi un millón de pesos. Pero lo reportado por líneas telefónicas en 2002 y 2004 es de 108 mil 862 pesos.
Tampoco se informó sobre la difusión en medios electrónicos, que habría elevado los gastos a más de 2.5 millones de pesos. Se consideró sólo la difusión en volantes "Dile Sí o No" elaborados por Corporación Mexicana de Impresión (Comisa), por cerca de 180 mil pesos en los dos años.