Pese al alto abstencionismo, del 60% y evidentes fallas en el padrón, los resultados de la primera ronda de la primera vuelta de la elección interna panista dieron la razón a las encuestas independientes que señalaron el avance de Felipe Calderón y la pérdida de la original y amplia ventaja de Santiago Creel.

La ventaja de 10 puntos porcentuales de Felipe sobre el ex secretario de Gobernación es la que este último preveía como mínimo para sí y hasta llamó, el viernes pasado, a sus contendientes a declinar si la conseguía en las urnas. Calderón dijo que él no hará ese llamado y Creel se adelantó a decir que no declinará.
La presumible ventaja de Creel en la contienda interna le dio tanta certeza de su triunfo que basó su estrategia, dicho por él mismo, en posicionarse hacia fuera de su partido, porque consideró que sus rivales a vencer eran Andrés Manuel López Obrador y Roberto Madrazo y no sus compañeros de partido, pese a tratarse sólo de una elección interna. Él estaba confiado en sus propias encuestas.
Otro que descalificó las encuestas públicas la noche del debate y en la que quedó en el tercer lugar con un porcentaje muy bajo, fue Alberto Cárdenas, quien aseguró que tal encuesta no pudo haberse hecho por la hora del cierre de la edición de EL UNIVERSAL. Seguramente se quedó en los tiempos de la impresión en mimeógrafo.
Ese mismo tercer lugar lo ocupó en la encuesta de la empresa Mitofsky, encargado por Televisa, y fue el que le dieron los votantes panistas.
Pese a su primer triunfo, Calderón instaba a no caer en la confianza para la segunda ronda. Esta incluirá a Veracruz, donde un creciente panismo casi empató con el PRI la elección de gobernador y donde Creel presume de una alianza con el senador Gerardo Buganza, quien abanderó al PAN en esa elección. Así, ayer mismo Calderón estuvo en aquel estado iniciando la segunda ronda de su precampaña.
Dirigentes y representantes del PRD se han acercado a consejeros y funcionarios del IFE para deslindarse de las acusaciones de Federico Arreola, uno de los cinco coordinadores de la precampaña de Andrés Manuel López Obrador, en contra de la institución electoral y de su presidente
Luis Carlos Ugalde.
Como usted recordará, el viernes pasado en una conferencia de prensa Arreola llamó al IFE "árbitro vendido" y abundó en descalificaciones contra la autoridad electoral que deberá conducir un proceso harto difícil, cuyo principal objetivo será el de la credibilidad.
La gobernadora perredista de Zacatecas, Amalia García, no ha podido ni querido ocultar su molestia por el desaire que le hicieron los dirigentes nacionales de su partido, Leonel Cota Montaño y Guadalupe Acosta, presidente y secretario general, respectivamente, del CEN del PRD, al no asistir a su primer informe de gobierno, el pasado jueves 8, pese a que habían confirmado su presencia. Tampoco llegó el ex gobernador
Ricardo Monrreal.
Un día sí y otro también se refuerza el acercamiento entre los precandidatos priístas Roberto Madrazo y Arturo Montiel, lo que hace presumible un acuerdo político en favor del tabasqueño para abrirle el camino hacia la candidatura presidencial. El artífice de esas negociaciones, nos cuentan, es el
ex presidente Carlos Salinas de Gortari.