Ante la solicitud de Telemundo, asociada con la familia Saba, de participar en la televisión de México, TV Azteca hizo saber a la cadena norteamericana el estilo de competencia al que se enfrentarán, agrediendo a un par de productores menores contratados por la empresa norteamericana.

El poder de Ricardo Salinas, que le permite tener un representante personal en el Senado de la República - su antiguo vicepresidente Jorge Mendoza quien cuidará en esa Cámara los intereses de TV Azteca - se manifiesta de nuevo. Ya se apoderó de Canal 40 y lo convirtió en una “emisora pirata” ante la contemplación de las autoridades correspondientes.

Ahora estorbara, con métodos semejantes a los del “chiquihuitazo”, la operación de una eventual tercera cadena abierta de televisión. Y por si fuera poco en otro frente de su imperio, empleados del Banco Azteca que pretenden fundar un sindicato han sido encarcelados ante el mutismo de todos, para disuadir al resto del personal del propósito de organizarse en defensa de sus intereses.

El viernes pasado, personal jurídico y de seguridad de TV Azteca, con una tropa policiaca y judicial embargó bienes de la compañía “Nostromo” y de ese modo interrumpió violentamente la grabación de un “reality show” llamado Quinceañera que se transmite en Estados Unidos a través de la cadena Telemundo.

La empresa de Salinas Pliego litiga contra el conductor mexicano Alan Tacher y el productor italo-español Giorgio Aresu, propietarios de Nostromo, el cumplimiento de un contrato de exclusividad que les impide realizar emisiones semejantes a La Academia, del que ellos fueron autores. Los afectados niegan tener el supuesto contrato.

El virtual asalto a un estudio alquilado a terceros por Telemundo, obliga a grabar las próximas emisiones de Quinceañera en Miami, con pérdidas calculadas en 3 millones de dólares. Recientemente TV Azteca inició en esa ciudad un juicio contra Telemundo por la difusión del programa de Tacher y Aresu, pero desistió de su propósito porque su demanda carecía de sustento en aquel país, donde no tiene funcionarios, ni jueces pagados por debajo de la mesa que le ayuden a cometer delitos como aquí.

La violenta incursión de personal de TV Azteca en instalaciones ajenas hace recordar la ocupación ilegal de la planta transmisora del Canal 40 en el cerro del Chiquihuite en el Distrito Federal, que fue parte de la prolongada batalla de la emisora del Ajusco por apoderarse de la Televisora del Valle de México, lo que al fin logró con malas artes bendecidas por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, corrijo, por el secretario del ramo Pedro Cerisola y Weber, un arquitecto que no construye, ligado en una época a una aerolínea nacional, y que llego a la política de la mano de los “Head Hunters” que engañaron al Presidente Fox.

El momento estelar del indebido y asqueroso apoyo gubernamental a Ricardo Salinas Pliego involucró a Telemundo hace más de un año. En julio de 2005, Canal 40 consiguió de esa cadena que es parte de NBC integrada financieramente por General Electric un crédito para enfrentar la demanda laboral que entonces mantenía en huelga al 40. Suponiendo que era posible el juego limpio con Azteca, los representantes de Telemundo le notificaron su intención de integrare de ese modo a la televisión mexicana. La traición a la muestra de confianza, sirvió para que la Secretaria de Comunicaciones y Transportes que carece de autoridad en la materia, maniobrara para evitar el crédito. Mediante ese favor y otros de la Secretaría, TV Azteca se hizo ilegalmente de Canal 40.

Telemundo sin embargo, no cejó en su propósito de ingresar en la televisión mexicana. En abril pasado se unió al Grupo Xtra de la familia Saba (que en su momento había querido pagar un crédito del Cuarenta a Azteca sin que su oferta fuera aceptada) y constituyeron la empresa Palmas 26 que en mayo de este año obtuvo el acuerdo de la Secretaría de Economía para operar con lo que se llama jurídicamente “criterio de inversión neutra” (que hace posible la presencia extranjera en la radio y la televisión del país) y hace una semana el jueves 21, solicitó una concesión para operar televisión abierta.

Una posible respuesta fue expresada el lunes pasado por Gerardo González Abarca, miembro de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, quien dijo sin referirse específicamente a esa solicitud que hay espacio para una tercera y hasta una cuarta cadena de televisión abierta.

Hay que recordar que la reciente adquisición del Canal 28 por el Grupo Imagen - Excélsior de Olegario Vázquez Raña e hijo, ya se dirige hacia la constitución de una cadena nacional que pronto veremos en pantalla.

Aunque parezca remota la entrada de Telemundo (más que solicitar una concesión, su petición de la semana pasada, es la emisión de un programa de concesionamiento de frecuencias de radiodifusión, requisito para demandar la autorización respectiva) TV Azteca ya le hizo saber a su eventual competidor de qué naturaleza pueden ser sus acciones para impedírselo.

El directamente afectado en este momento, Alan Tacher, conoce muy bien las “pillerías” de sus antiguos jefes. A Mauricio Ochmann actor mexicano que iniciaba su carrera, a Aylín Mújica védete cubana ya la amenazaron, entre otras personas que dejaron TV Azteca “les hicieron y hacen la vida imposible por emigrar a Telemundo”. Él mismo Tacher ha dicho en las ultimas horas que “teme por su vida”.

Recordemos que a la productora Argos de Carlos Payan y Epigmenio Ibarra le quisieron robar sus derechos de autor de las exitosas telenovelas que realizaron en sociedad, a Gloria Trevi la metieron a la cárcel por no respetar un contrato, que a José Ramón Fernández lo desacreditan todos los días mientras convalece de un mal aparentemente serio, a los hijos de este los desterraron, y recientemente eliminaron a Aurora Valle quien antes era incondicional de Patricia “mala persona” Chapoy.

Podríamos hacer la lista más grande, pero todos sabemos que en esa televisora y sus empresas filiales pasan cosas muy raras con la complacencia de funcionarios, golpeadores a sueldo, abogados tramposos y conductores miedosos que repiten lo que les ordenan por miedo a los actos de represión de su jefe Ricardo Salinas Pliego.

Quienes también conocen de la dureza de Salinas Pliego son 62 trabajadores de Banco Azteca, detenidos en una redada ocurrida entre el 16 y el 24 de septiembre. Se les acusa de varios delitos patrimoniales, pero en realidad les pusieron un alto a su activismo, ellos trabajaban en la constitución de un sindicato que no les gusto a sus jefes.

Dedicada a la venta de enseres domésticos en abonos, Elektra la empresa matriz del amplio y creciente imperio de Salinas Pliego, obtuvo con facilidad la autorización para prestar servicios bancarios y otros paralelos. Además han creado una Afore y una aseguradora. El banco comenzó a operar en octubre de 2002, al nacer contó con cientos de sucursales en las tiendas Elektra, Salinas y Rocha y Bodega de Remates, y ahora completan su espectro financiero con un buró de información crediticia llamado Círculo de Crédito, y un sistema de transferencia de remesas asociado a Value.

Puesto que en México un atraco puede ser cubierto con un manto de legalidad, Televisión Azteca asegura que procede conforme a derecho al demandar a Tacher y Aresu, y tambien a encarcelar sindicalistas en ciernes.

Tinterillo dice;

A ver si con la administración Calderoneana les ponen un alto y revive la investigación para que sepamos de donde salió el dinero con el que compraron el canal. Yo si sé, y ellos también, ojalá que se animen.

¿Ves porque no hay que trabajar, ni hacer negocios con Azteca?. Son de dar miedo estos sujetos.


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