España vuelve a ser noticia a causa del acto terrorista perpetrado por la organización Vasca ETA en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, en la víspera de la Nochebuena.

El bombazo en Madrid sacudió también al gobierno socialista español y reveló la enorme ingenuidad y oportunismo del Presidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien ofreció a los españoles una salida pacífica y negociadora con los terroristas para acabar con la violencia separatista, pero no volvió a Madrid de sus vacaciones de fin de año al ser informado del atentado, la lección no podía ser más cruel.

Con los terroristas no se puede negociar, es un cáncer que sólo se puede extirpar con la legalidad y la fuerza del estado. Con el acto terrorista de ETA no sólo termina la tregua decretada por el gobierno español y los separatistas en busca de soluciones pacíficas al conflicto, sino que pone a Rodríguez Zapatero entre la espada y la pared.

Si el PSOE supo aprovechar en su momento el desconcierto de los españoles a raíz de los atentados del 18 Marzo en Atocha, para ganar las elecciones al PP, ahora el gobierno socialista queda exhibido como mentiroso e ineficaz, que alimentó con engaños un espejismo de paz y buena voluntad.

La mayoría de los españoles no sólo eran escépticos de la estrategia oficial, sino que muchos veían con recelo la posición del gobierno, pues se sienten agraviados por el terrorismo Etarra y consideran que con los asesinos y los criminales no debe ni puede negociarse.

Por ello, las manifestaciones hacia la política demagógica del Presidente Zapatero no sólo se mantuvieron estos años, sino que crecieron en intensidad a lo largo y ancho de España. Lo que viene ahora es un cisma político de grandes magnitudes. El gobierno está noqueado y la legislatura muerta, si trata de ganar tiempo ante el inminente colapso.

Por desgracia, el PSOE controla todas las cadenas de televisión, casi todas las cadenas de radio y cuenta en su favor con una legión de intelectuales y opinadores que buscará minimizar las cosas, distraer la atención de los españoles, ocultar, mentir, engañar, todo para ganar tiempo. Sin embargo, parece que los españoles ya no se tragan los enjuagues turbios de los socialistas y la protesta social difícilmente podrá ser neutralizada con espejitos y más mentiras. La realidad es que Zapatero se ha convertido en el principal rehén de ETA y no puede hacer otra cosa más que asumir su propia tragedia.

Por su parte, la oposición tendrá que ser más enérgica e inteligente para desnudar al gobierno español si es que aspira a reposicionarse en la actual coyuntura. Al parecer ha faltado mayor contundencia a sus líderes a la hora de cuestionar a Zapatero y exhibir la mediocridad de su política interna de pacificación. El presidente del PP, Mariano Rajoy, no ha estado a la altura de la actual situación.

Si el bombazo de ETA puso al descubierto a un gobierno de incompetentes y mentirosos, también presentó a un Rajoy medroso y falto de decisión para encabezar la movilización de millones de españoles que lo miran como su última esperanza. Si bien es cierto que Rajoy ha exigido claridad y contundencia al gobierno respecto a las negociaciones con ETA y sus cómplices, la trágica circunstancia política exigía algo más, muchísimo más, que estas correctas palabras. Para empezar, debería ponerse a la cabeza de lo que exigen millones de ciudadanos, debería estar en la calle recogiendo los millones de intentos de quienes quieren derrotar a ETA.

En suma, el bombazo de ETA mostró a un gobierno que sólo sabe mentir y engañar. Zapatero sólo rectificó su posición por la protesta ciudadana, pero no lo ha hecho con contundencia.

Zapatero ha sido derrotado por una banda de criminales por tratarlos como seres políticos. Cualquier otra consideración para quitarle importancia a la responsabilidad del gobierno en su nefasta política antiterrorista sería un engaño a los españoles, una ocultación interesada e ignominiosa de la principal novedad de Zapatero respecto del resto de presidentes de la democracia española, a saber, llevar a cabo un proceso de diálogo con los terroristas sin contar con el primer partido de la oposición, el PP, y utilizando el terrorismo como arma política y electoral.

Etiquetas: