En la red chatean, bajan música, buscan información de todo tipo, consiguen pareja, experimentan sexo, y encuentran ayuda.
Muchos adolescentes fumadores recurren a Internet para obtener apoyo en su intento de abandonar el tabaco. Por eso, las campañas mediáticas que ofrecen recursos en línea son especialmente eficaces. GottaQuit.com (Tenemos que dejarlo) es uno de estos proyectos diseñados para llegar a una población que sí quiere dejar los cigarrillos, pero que no suele pedir ayuda.
Se trata de un programa originado en el año 2001 en Estados Unidos y que se basa, además de los anuncios, en una página web que ofrece información y asistencia.
Antes de que esta campaña entrara en funcionamiento, un grupo de expertos de la Universidad de Rochester en Nueva York entrevistó a una serie de familias que contaban al menos con un integrante de 14 y 19 años y que procedían de Monroe County Nueva York
Los jovenes tuvieron que contestar una serie de preguntas, como la exposición a los medios de comunicación, el consumo de tabaco en la adolescencia o las ayudas para dejarlo, entre otras.
Un año después de que GottaQuit.com empezase a funcionar, los expertos realizaron un seguimiento de parte de la muestra.
El trabajo publicado en Pediatrics, señala que después del lanzamiento de la campaña los fumadores "fueron más propensos a señalar que habían tratado de dejarlo y haberlo intentado más veces".
Uno de cada cuatro fumadores entró en la web. El 94 % de los adolescentes encuestados afirmó haber visto por lo menos uno de los anuncios publicitarios. Y el 25 % visitó la página web con la principal intención de obtener ayuda para dejar el tabaco. Tan sólo uno de cada 25 no fumadores entró en el sitio web.
La mayoría de los adolescentes era consciente de que el sitio web ofrecía apoyo, reconoció el eslogan principal; "Tengo que dejarlo, sólo necesito un poco de ayuda", y afirmó que los temas tratados en la publicidad guardaban relación con su modo de vida.
La campaña también consiguió llegar a los padres y gracias a ella, estuvieron más informados sobre los recursos que pueden ayudar a que sus hijos abandonen el hábito. Además, al tener más datos en sus manos, los progenitores se mostraron más cómodos cuando trataban el tema con los adolescentes. Una comodidad, no obstante, que ya era bastante alta antes del inicio del proyecto, el porcentaje varió de un 93 a un 98 por ciento.
Casi todos los participantes eran de clase media o alta. Este hecho, según los científicos, podría limitar el trabajo ya que son las poblaciones más pobres las que registran mayor consumo.
Él haber confiado en las respuestas de los encuestados, sin haber realizado análisis más "objetivos", también podría haber introducido algún tipo de sesgo.

Si estas interesado en dejar de fumar visita GottaQuit.com esta en ingles, así que los que no dominen la lengua de Bush me temo que seguirán fumando.