La versión francesa de la revista Vogue decidió ir contra la corriente y dedicar su edición de diciembre a Kate Moss, luego que la modelo perdió varios contratos lucrativos tras la publicación de fotografías en las que supuestamente aparecía inhalando cocaína.

La edición a la venta a partir de ayer jueves, sale con cuatro portadas diferentes de Moss con la leyenda "Belleza escandalosa".

Vogue cita a figuras de la industria como Francois - Henri Pinault cuyo imperio PPR incluye las marcas Gucci e Yves Saint Laurent, hablando a favor de la súper modelo. YSL usó a Moss en la campaña publicitaria de su fragancia Opium.

"Si uno usa a Kate Moss como símbolo de libertad, de transgresión, uno tiene que ser honesto. Uno no puede usar su imagen para transmitir mensajes dirigidos a niños y sorprenderse cuando ella rompe las reglas de su vida privada", dijo Pinault a la revista.

Moss ascendió a la fama a mediados de la década de los años noventa, cuando su delgadez generó críticas a la industria de la moda.

La modelo perdió contratos con H&M, Burberry y Chanel luego de que el tabloide Daily Mirror publicó imágenes suyas presuntamente drogándose con su novio Pete Doherty, el atribulado cantante del grupo de rock británico Babyshambles.

Desde que salió de un centro de rehabilitación en Arizona, Moss ha trabajado en una campaña del diseñador italiano Roberto Cavalli y para la lujosa firma francesa Longchamp.

Vogue pidió a Moss, antes del verano, que fuera editora invitada para su edición de diciembre, y no flaqueó cuando la modelo se sometió al tratamiento a finales de septiembre.

"Sentimos que era muy importante para la revista apoyarla en ese momento". "Nos gusta Kate porque existe una idea de peligro en torno a ella, no íbamos a tirarle piedras porque se haya metido en problemas". Dijo el director artístico de Vogue Francia, Fabien Baron.

Esta semana, la prensa británica reveló que Moss contrató a varios detectives para que descubrieran quién la traicionó y vendió las fotografías que la mostraban consumiendo cocaína, presumiblemente en un estudio de grabación de Londres.

En septiembre pasado el Daily Mirror publicó las fotos que destrozaron contratos millonarios de la modelo con grandes empresas de la moda. Ninguna firma quiso verse asociada con la "imagen inconveniente" de la súper modelo.

Sólo el calendario Pirelli decidió incluir a Moss en su próxima edición. Pero sus se sintieron obligados a dar explicaciones a la prensa; "Las fotos del calendario se habían tomado antes del escándalo, y cuando éste ocurrió, el proyecto ya estaba producido en su totalidad, no hubiera sido posible evitar publicar las fotos de Kate con tan poco tiempo de antelación", aclara la gente de Pirelli.

Un amigo cercano a Moss indicó que ahora "la tormenta ha pasado, ella está determinada a descubrir quién la traicionó, hay algunos sospechosos en la mira y Kate sabrá muy pronto toda la verdad".

La Moss quiere mudarse definitivamente a Estados Unidos. Recientemente fue vista en Los Ángeles buscando casa, donde planea vivir junto a su hija Lila Grace, de tres años.

Moss pasó 30 días en la clínica de desintoxicación The Meadows, en Arizona - una de las más caras del mundo - para recuperarse de su adicción.