LA SHCP BURLA LA LEY

Agresión mortal al cine mexicano

A LA SOCIEDAD:

Vicente Fox Quesada, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.

Francisco Gil Díaz, Secretario de Hacienda y Crédito Público.

Rubén Aguirre Pangburn, Subsecretario de Ingresos.

José María Zubiría Maqueo, Jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT).

Cometen un crimen de lesa cultura, un atentado contra la economía y un agravio a la Nación...

Cometen crimen de lesa cultura, que puede incluso llegar a configurarse como un delito al incumplir, mediante argucias, omisiones, trabas y evasivas diversas, el Artículo 226 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta (LISR), que señala:

“Se otorga un estímulo fiscal a las personas físicas o morales, con independencia de la actividad que desempeñen, por los proyectos de inversión productiva que realicen en el ejercicio fiscal correspondiente, consistente en acreditar el 10% del Impuesto sobre la Renta, que se cause en el ejercicio por las inversiones en la producción cinematográfica nacional.”

Con su negativa a acatar ese precepto, el Poder Ejecutivo Federal infringe la legalidad que tendría que observar y aplicar, se burla del Legislativo y de la comunidad cinematográfica del país.

La disposición fue aprobada tras años de estudio y lucha de la industria del cine mexicano, como un mecanismo legal para permitir la subsistencia de este sector de la economía. En su promoción participaron los integrantes de este sector económico y cultural, y fue elevada a rango de ley con el respaldo de diputados y senadores de todos los partidos.

El estímulo fiscal no es un subsidio ni una limosna, sino una medida de fomento racional y eficaz para apoyar a una industria que puede y debe desempeñar un papel estratégico en la identidad cultural y en la economía del país. Otras naciones han establecido estímulos fiscales para sus industrias fílmicas, las cuales se han convertido en así actores dinámicos de la economía.

En México, por el contrario, la industria cinematográfica ha llegado, tras décadas de abandono y golpeteo gubernamental, al borde de la extinción: En la última década la producción anual de películas ha sido, en promedio de apenas 20. En esta circunstancia, la aplicación inmediata del estímulo fiscal establecido en el Artículo 226 de la LISR constituye la única posibilidad de sobrevivencia para este sector de la economía nacional.

Las autoridades cometen un atentado contra la economía por la insensatez de dar la espalda a una oportunidad inigualable de desarrollo y crecimiento, y porque, al atropellar a un sector de probada capacidad para generar empleos directos e indirectos, divisas y contribuciones fiscales, debilitan el conjunto de los lazos y procesos productivos, propician el desempleo, alientan la economía informal y sabotean la necesaria reactivación económica, fundamento indispensable para la estabilidad política y económica del país.

La producción estimada para 2007, si las autoridades cumplen la ley, es de 65 películas, un incremento en el volumen de producción del 200% con respecto al promedio habitual de la última década. Sólo en empleos directos e indirectos este crecimiento histórico representaría la creación de aproximadamente 30,000 puestos de trabajo al año.

En la actualidad, cuando la producción de contenidos en el mundo es una de las actividades estratégicas y prioritarias de las principales economías, nuestro país sé auto excluye por la miopía gubernamental y por el apego a una estrategia económica que no ha producido ni crecimiento ni empleos. De porfiar en su tozudez, el Ejecutivo Federal dejará de percibir, solo en contribuciones de ISR e IVA por la producción de esas películas, 500 millones de pesos.

A esa merma del erario público habría que agregar el hueco de recursos que se crearía al no ingresar los impuestos correspondientes a la comercialización de las cintas en salas cinematográficas, vídeo, DVD y sistemas de televisión abierta, satelital y de cable, así como la pérdida de divisas originadas en las ventas al extranjero.


El empecinamiento gubernamental en la violación de la ley es, por otra parte, un agravio contra la nación, de tal magnitud, que puede considerarse una verdadera traición a nuestra economía y a nuestra cultura.

México cuenta con un amplio mercado cinematográfico con sus 3 mil 700 pantallas, ocupa el quinto lugar mundial en asistencia de público a las salas y el 11 en recaudación de ingresos. Sin embargo, de los 165 millones de boletos que se venden al año, sólo el 5% de los mismos corresponden a películas mexicanas.

La industria cinematográfica mexicana tiene ante sí, además, a 45 millones de hispanohablantes en Estados Unidos y a 500 millones en el mundo. Si lograra un incremento del volumen de su producción y condiciones de mínima equidad en el mercado local, podría consolidarse, ampliar su participación y emprender una ofensiva para incursionar en los mercados internacionales. Se convertiría, en otras palabras, en una industria competitiva.

Maniatada y traicionada por su propio gobierno, la cinematografía nacional ve disminuir su presencia en el país y el horizonte internacional como una utopía inalcanzable.

El cine mexicano ha venido conquistando un creciente reconocimiento nacional e internacional, pero los trabajadores de la industria cinematográfica, en vez de ver hacia el futuro con certidumbre y confianza, se encuentran ante la disyuntiva del desempleo o la emigración, como ocurre en otras ramas productivas del país.

De seguir así las cosas, los despojos de nuestra industria quedarán en manos de empresas transnacionales que serán, en el futuro, las que construyan, con sus propios criterios, una parte vital e irrenunciable de nuestra identidad nacional.

El Ejecutivo Federal está empeñado en destruir instrumentos fundamentales de la Nación. La mirada sobre sí misma, el espejo de sus realidades, su representación del mundo. Un país privado de su propio cine es un país ciego, condenado a verse y a ver a los demás con ojos ajenos y prestados.

Si los que hacemos el cine mexicano, los que vemos el cine mexicano, los que nos miramos en ese espejo, permitiéramos que el gobierno federal siga violando el Artículo 226 de la LISR y dé el tiro de gracia a la industria cinematográfica nacional, seríamos cómplices de nuestro asesinato al tiempo que víctimas y actores de nuestro suicidio.

No pedimos favores ni buscamos privilegios. Exigimos -nada más y nada menos- que el Presidente de la República, el Secretario de Hacienda y el Jefe del SAT acaten y cumplan una ley vigente.

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B O L E T I N D E P R E N S A

En la conferencia de prensa la comunidad cinematográfica manifestara su protesta e inconformidad ante la actitud de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que se niega a cumplir lo dispuesto en el artículo 226 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta, que establece un estímulo fiscal para la producción de películas mexicanas.

Como es de su conocimiento, a iniciativa de nuestra comunidad, el Congreso de la Unión creó este estímulo fiscal aprobado por los legisladores de todos los partidos políticos, el cual fue publicado en el Diario Oficial y cuya vigencia inició en enero del 2006.

Diversas personas físicas y morales que han decidido apoyar el cine mexicano se encuentran en un estado de incertidumbre jurídica ante la decisión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que se niega a dar cumplimiento a una ley publicada en el Diario Oficial de la Federación.

La conferencia de prensa se llevará a cabo hoy martes 28 a las 12:30 hrs. En la Cámara de Senadores, Xicoténcatl No. 9, Patio Central, col. Centro.

Estarán presentes en esta conferencia los senadores que apoyan este estímulo, reconocidos actores, directores, autores, productores y los representantes de las siguientes organizaciones:

Asociación Mexicana de Productores Independientes
MÓNICA LOZANO

Asociación de Productores y Distribuidores de Películas Mexicanas
GONZALO ELVIRA

Sociedad de Directores
JAIME CASILLAS

Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica
MARCELA FERNÁNDEZ VIOLANTE

Federación Mexicana de Sociedades Cooperativas de Cine y Medios Audiovisuales, S. C. l.
SERGIO OLHOVICH

Asociación de Consumidores de Cine “Alejandro Galindo”
MÓNICA BELTRÁN BROZON

Sindicato de Trabajadores de la Industria Cinematográfica
AGUSTÍN MEZA QUIROZ

Sociedad General de Escritores de México
VÍCTOR HUGO RASCÓN BANDA

Asociación Nacional de Actores
LILIA ARAGÓN

Asociación Nacional de Intérpretes
HUMBERTO ZURITA

Agradecemos de antemano su presencia

Atentamente

Mónica Lozano y Víctor Hugo Rascón Banda

Para información
con
Maribel Uribe
5593-3290






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