Ayer se cumplieron diez años de la muerte del personaje más importante, fascinante y polémico de la historia de la televisión mexicana; Emilio Azcárraga Milmo “El Tigre” (1930-1997).

Todos los empleados de Televisa lo recordaron con una misa por la mañana y en sus espacios informativos se hablo de él sin escándalo, solo de forma sentida y respetuosa.

Emilio, como sus amigos le decían no era un empresario perfecto, pero sus aportaciones fueron fundamentales para darle sentido a la televisión nacional, y hay cientos de personas que lo extrañan con autentica nostalgia y afecto.

Emilio Azcárraga Milmo fue hijo del visionario empresario de la comunicación Emilio Azcárraga Vidaurreta y es el padre de Emilio Azcárraga Jean, actual presidente de Grupo Televisa. “El Tigre” llegó a ser el empresario mexicano más poderoso economicamente de su época.

Gracias a él, tenemos el Estadio Azteca, fuimos sede de las Copas del Mundo de Fútbol de 1970 y 1986, la cultura nacional estuvo presente en todos los rincones del mundo a través de exposiciones monumentales y magníficos museos, México creció con las comunicaciones vía satélite e hizo al país una potencia televisiva y a su empresa hasta hoy es la mayor y mejor en Hispanoamérica.

Gracias a “El Tigre”, los gobiernos del PRI hicieron lo que quisieron y los mexicanos no nos enteramos de lo que hacían los políticos, la televisión mexicana se tardó décadas en saber que era la competencia, y los anunciantes, las estrellas y el público tuvimos que vivir solo con los canales del señor Azcarraga. Sobre este hombre hay las más intensas, bellas y violentas leyendas, pero su máxima aportación histórica es la creación de Televisa.

Antes de Televisa en la televisión nacional había un conglomerado de canales que operaban bajo su mano y que todos conocíamos como Telesistema Mexicano. Una televisora creada por el poderoso Grupo Monterrey que vino a la capital a instalar Televisión Independiente de México (TIM) y que conocimos como canal 8, y una naciente televisión estatal que fue sustraída de mala manera a Don Francisco Aguirre, me refiero al pequeño Canal 13 de aquella época.

Emilio Azcárraga Milmo contaba con los canales 2, 4 y 5 además de un sólido grupo radiofónico, pero decidió comprar TIM en diciembre de 1972, y así nació Televisa que significa, y muchos no lo saben, “Televisión Vía Satélite S.A.”. El siempre supo que el futuro de las comunicaciones eran los satélites por eso fue socio fundador de PanAmSat y creador de la televisión en español en Estados Unidos, primero con el Canal 34 de Los Ángeles y después con Univision desde Miami. Hay quien dice que así nació un monopolio que educó a millones de mexicanos, no les hagan caso, eso fue mucho después.

En términos de educación es impresionante como muchos niños y jóvenes de aquellos años crecieron y tomaron las riendas de la nación. Televisa será recordada por crear obras maestras de una irrepetible época de oro de nuestra televisión, cada cual sus gustos.

Emilio Azcárraga Milmo hizo que Televisa se metiera en la mente y gusto de varias generaciones con programas como el “Noticiero 24 horas”, “ECO” (primer sistema de noticias en español las 24 horas) “Siempre en domingo”, “El Chavo del Ocho”, “Hoy Mismo”, “En familia con Chabelo”, “Los Polivoces” y “El Chapulin Colorado”, entre otros, creando dos puntales para la empresa, el Fútbol a través de su amor más grande el equipo América que lleno de estrellas, y las telenovelas.

Don Emilio hizo de la televisión un impacto económico, cultural y deportivo. Con telenovelas como “Los ricos también lloran”, “Viviana”, “Rina”, “Mundo de juguete”, “Muchacha italiana viene a casarse”, “Ana del aire”, “Ven conmigo”, amen de las históricas incomparables. El señor Azcárraga hizo de la televisión mexicana un fenómeno internacional, creó una verdadera constelación de luminarias que todavía hoy son admiradas como; “Lucía Méndez”, “Verónica Castro”, “Christian Bach”, “Rogelio Guerra” y “Humberto Zurita”, entre muchos mas, le dio orgullo, dignidad y clase a nuestra gran pantalla chica.

Durante la administración de ‘El Tigre’, las estrellas eran super estrellas, tratadas así, los programas eran grandes programas, las telenovelas eran fenómeno social y existía la preocupación por hacer producciones cada vez más espectaculares sin dejar de respetar las tradiciones, los valores y el lenguaje de la familia mexicana.

No eran productos intachables, pero comparados con los que se hacen ahora, con lo que pasa con las telenovelas, con lo que sucede con los programas unitarios y la crisis de estrellas que vive Televisa, definitivamente hay muchas cosas que se perdieron con la muerte de “El Tigre”.

Diez años son un buen pretexto para reflexionar, para apreciar, para ser críticos y corregir, pero sobretodo para darle su lugar a Emilio Azcárraga Milmo quien cambió la televisión mexicana para bien. Digo yo…




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