Hoy tenemos la obligación de reflexionar sobre el totalitarismo y dictadura enfundada en ropajes democráticos que vive Venezuela.

No dudo que más allá del morbo natural de los medios de comunicación por mostrar ayer las últimas imágenes de Radio Caracas Televisión, lo que está pasando en Venezuela confirma la locura incontenible de un miserable poderoso que se atreve a decirse demócrata.

Hugo Chávez no está haciendo uso de su poder como mandatario, sino de su enanismo como estadista, ya que la no renovación (la tenía hasta 2011), y si cancelación de Radio Caracas Televisión obedece a la falta de libertad para decirle al tirano de frente y sin medias palabras que su gobierno no funciona y que la mayoría del pueblo espera con ansia su fin, por mucho que los fraudulentos plebiscitos digan lo contrario. Sin importar los llamados a la concordia y a la cordura de propios y extraños, la realidad es que en Venezuela está gobernada por la sordera, la estupidez y el capricho de un solo hombre.

Chávez asegura en su paranoia que la salida de RCTV de las pantallas es un golpe fundamental contra el imperialismo gringo, y yo me pregunto que pasara con los miles que quedarán sin empleo, y sobre la posibilidad democrática de elegir las opiniones que uno escucha. Estas preguntas quedan en al aire y resultan inútiles después de ver las marcha multitudinarias contra el cierre de la televisora, y cuando se asoma la posibilidad de que no se permitan más manifestaciones contra el gobierno en aquella nación hermana.

No olvidemos que meses atrás le otorgaron a Chávez poderes ilimitados para que Venezuela navegue al nuevo socialismo, según él, pero la realidad es que Venezuela se esta ahogando en una tiranía que bajo las barbas del anciano dictador convaleciente, se atreve a decir “que la muerte de la libertad de expresión es por el bien de la democracia que la vio nacer”.

Hoy, el dictador Hugo Chávez cometió una infamia histórica, al retirar del aire la antigua y prestigiosa señal de Radio Caracas Televisión. Este es un golpe demoledor contra la prensa mundial, es un día negro para la crítica periodística.

Desde aquí, mi solidaridad con los periodistas venezolanos, víctimas del dictador irracional.

EL SILENCIO NO ES NEGOCIO

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