Hay ocasiones en las que sentimos que una pareja estará junta poco tiempo o que tendrá un bonito matrimonio, aunque nuestra predicción puede fallar.
Siempre pensamos cómo les irá, cuánto tiempo durarán casados cuando los vemos bailar su canción favorita en la fiesta, mientras intercambian miradas de complicidad ilusión, eternidad y cansancio.
Sin embargo, el psicólogo y matemático John Gottman, del Laboratorio de Investigación Familiar de la Universidad de Washington, no se equivoca, a él sólo le basta analizar una hora de conversación entre marido y mujer, para poder predecir con un 95 por ciento de exactitud, si la pareja continuará unida los siguientes 15 años o no, y si observa a una pareja durante 15 minutos, la posibilidad de éxito se acerca al 90 por ciento.
Llega a esta conclusión al estudiar a la pareja con cámaras de vídeo y sensores que registran el pulso, la sudoración, las expresiones faciales, sus expresiones corporales y el ritmo cardiaco de cada uno, mientras discuten "algún tema" que sea motivo de conflicto entre ellos.
Pensaríamos que para hacer una predicción tan seria, es necesario reunir mucha información de todos contextos y de ambos. John Gottman ha demostrado lo contrario, desde la década de los 80, ha llevado a más de tres mil matrimonios a su "laboratorio del amor", y los resultados se han analizado de acuerdo con algo que Gottman ha bautizado como SPAFF (abreviatura de specific affect) o "afecto específico", sistema de codificación con 20 categorías que corresponden a todas las emociones imaginables que puede expresar un matrimonio en el curso de una conversación. Por ejemplo: Indignación es categoría 1, Desdén, 2, Enojo, 7, Queja, 11 y así más calificaciones. Gottman ha enseñado a sus colaboradores a leer cualquier matiz de emoción en la expresión facial de las personas y a interpretar fragmentos de diálogo de apariencia ambigua.
Cuando observan el vídeo de un matrimonio en cámara lenta asignan un código SPAFF a cada segundo de interacción de la pareja, de forma que una discusión de 15 minutos acaba convertida en una secuencia de mil 800 números, 900 para cada uno de los integrantes de la pareja. Por ejemplo, anotan: 7, 7, 14, 10, 11, esto significa que uno de ellos se mostró primero enojado, después neutral, luego se quejó, etcétera.
A esto le suman la información que proporcionan los electrodos y los sensores que se les han puesto en sus cuerpos y obtienen datos de cuándo se aceleró el corazón, cuándo se elevó la temperatura o se movió cada uno en su asiento, lo cual ofrece una visión multidimensional de la relación. Desde la óptica técnica, miden las emociones negativas y positivas que surgen cuando una pareja se pelea.
Uno de los descubrimientos de Gottman es que, para que una relación marital sobreviva, la proporción entre emociones positivas y negativas, en un enfrentamiento, tiene que ser de, cinco positivas a una negativa. A esto agrega que los primeros siete años de matrimonio son definitivos, ya que un gran porcentaje de divorcios ocurre en este periodo. La segunda etapa peligrosa ocurre entre los 16 y los 20 años de casados.
La información que Gottman requiere saber surge de las actitudes que él llama Los Cuatro Jinetes: 1) criticar a la pareja, 2) ser evasivos, 3) ser herméticos y 4) verla y tratarla con desdén (esta última la más importante). Si él observa que uno de los miembros de los dos muestra desdén hacia el otro, es la señal más peligrosa y amenazante para que el matrimonio dure.
Mucha gente piensa que es la crítica, dice Gottman, pero yo puedo criticar a mi mujer y decirle: "Nunca escuchas, eres una egoísta e insensible", desde luego, ella responderá a la defensiva, y no soluciono nada. Pero si yo le hablo desde un plano superior, haría mucho más daño, y el desdén es cualquier declaración que se hace desde un nivel superior casi siempre es un insulto: "Eres una hija de tal por cual, o eres una tonta, o eres una inútil", tratando de colocar a la pareja en un plano inferior. Es una cuestión jerárquica.
El desdén está muy ligado a la indignación y al rechazo, no hay diferencia entre hombres y mujeres, ambos lo practican por igual. Si en una pareja detecta el desdén, ya no necesitas conocer todos los detalles de su relación para saber que está destinada al fracaso.
En reportaje realizado por la revista Newsweek, cuenta el caso de una pareja de recién casados que decían estar muy enamorados y comprometidos, al ver en el "laboratorio del amor" que cada vez que discutían lo hacían con sarcasmo y desdén, Gottman predijo que habría problemas. Después de cuatro años de matrimonio, se divorciaron, y como éste, tiene miles de casos comprobados. La clave de todo, el secreto está en el trato que se den. No es el enfado lo que destruye la relación, o que vengan de mundos emocionalmente o sociales, diferentes. Todos los matrimonios, felices o no, se enojan, la diferencia de sexos también puede contribuir a los problemas de pareja, pero no los causan.
Los verdaderos enemigos de una relación feliz y duradera, dice Gottman en su libro "Los Siete Principios para que un Matrimonio Funcione", son Los Cuatro Jinetes.
Es muy probable que este "psicólogo y matemático" tenga muy controlado su sistema y le permita hasta escribir un libro, y que yo me ocupe de sus investigaciones, pero en mi opinión las parejas con o sin el "papelito" firmado deben ejercer la comunicación.
Frecuentemente veo parejas que van perdiendo el amor que se dicen tener, o se tuvieron, por no hablar, por no ser amigos, por no ser cómplices. Observo que los mas jóvenes "son mas machos, que los machos" con enorme tendencia a la violencia, a todo aquello que pareciera que lo ultimo que desean es una pareja. Ellas las jóvenes, están llegando a la aparente independencia creyendo que con un trabajo y en ocasiones una carrera universitaria ya lograron todo.
El amor en pareja sé esta haciendo más volátil, "si hoy estas que bueno, si mañana no, me busco otro u otra", sin valorar que el tiempo pasa y que cada edad tiene un amor diferente.
John Gottman, puede tener razón en su "laboratorio del amor", pero yo soy muy clásico, aun, creo en la verdad y la comunicación entre dos que se quieren, aman y respetan.