El presidente de México Vicente Fox, admitió ayer que el conflicto en la ciudad de Oaxaca “es un duro problema”.

A un mes exacto de traspasar su cargo al presidente electo Felipe Calderón, el mandatario mexicano afirmó que el conflicto de Oaxaca lo heredará su sucesor “en el punto que esté”.

Fox defendió la actuación de las fuerzas del orden, las desvinculó de las muertes ocurridas y señaló que sus causas se investigarán “en profundidad” para que “caiga todo el peso de la ley” sobre los responsables.

Fox negó que las fuerzas policiales estuvieran implicadas en estas muertes e invitó a las organizaciones no gubernamentales y a Naciones Unidas a que viajen a Oaxaca para investigar los hechos. “Si hay una sola violación a los derechos humanos de inmediato actuaremos y resolveremos”.

El presidente de México destacó la “transparencia” con la que se realizó el dispositivo policial que recuperó el domingo el centro de la ciudad y señaló que “del operativo fueron testigos asociaciones de derechos humanos, los medios de comunicación y el ministerio fiscal, fue una intervención no armada, además de anunciada porque tiene que haber orden y legalidad ante el reclamo de los ciudadanos”.

Sobre la exigencia de que renuncie Ulises Ruiz, Fox afirmó que el pueblo y el Congreso saben que un presidente democrático “no pone ni quita gobernadores, solo el pueblo y la ley pueden nombrar gobernadores, yo no tengo ninguna facultad para hacerlo, no está en mis manos”.

“Oaxaca lo voy a entregar en el punto que esté”, reiteró el presidente, quien se preguntó por qué algunos analistas consideran que un presidente no debe dejar ningún problema a otro mandatario si “todos los problemas están en proceso”.

Afirmo que entregará el próximo 1 de diciembre la banda presidencial a Calderón en “cualquier condición y en cualquier escenario”.


Etiquetas: